Guía para visitar Atenas

24 al 28 de junio de 2023 (días 42 al 46 del viaje)

Atenas es una de esas ciudades que hace parte del imaginario colectivo. La hemos vivido a través del cine, la televisión, la prensa escrita y por supuesto los libros. Yo había tenido la oportunidad de visitarla hacía algunos años en un crucero que hice con mi mamá y mi hermana por el mediterráneo, pero como suele pasar en este tipo de viajes, la estadía en la ciudad fue de solo unas horas y nos concentramos principalmente en la acrópolis. Para David era su primera vez y tenía muchas expectativas sobre lo que podría encontrar ya que es un gran aficionado de la historia y por supuesto que en Atenas hay muchas referencias importantes.

Llegamos a ella en tren, después de nuestra visita a Meteora.

Día 1: Acrópolis

Nuestro primer día en Atenas lo dedicamos para visitar su atracción más importante: la acrópolis. Decidimos comprar el Athens city pass que por 30€ incluía la entrada a este lugar así como otros 6 atractivos más: antigua Ágora, Ágora romana, librería de Adriano, Olimpeion, Kerameikos y la escuela de Aristóteles. La entrada individual valía 20€ y el pase se puede usar durante 5 días a partir de la primera activación, permitiendo el ingreso una vez a cada sitio.

A pesar de que en la página web se anuncia que comprando la entrada por internet se “evita la fila” lo cierto es que estuvimos formados por casi una hora y todas las personas tenían sus entradas ya compradas, la taquilla donde se podían adquirir en el lugar estaba vacía.

La Acrópolis es un lugar impresionante, es un conjunto de construcciones en lo alto de una colina, lo cual le da una posición privilegiada sobre la ciudad, siendo visible desde diferentes puntos. De todos los monumentos, el más importante es el Partenón que fue construido durante la época dorada de Atenas (alrededor del año 400 a. e. c.). Ha habido muchas reconstrucciones del conjunto, en diferentes épocas de la historia, algunas realizadas con imprecisión o técnicas que en el largo plazo no han sido las mejores, la construcción más completa es el templo de Atenea Nike, pero en muchas partes solo hay vestigios con trozos de piedra todavía desordenados.

Algo para resaltar es que la visita es extenuante en verano, la temperatura puede ser muy alta (un par de semanas después tuvieron que cerrar el lugar algunos días debido a la cantidad de personas que habían presentado emergencias por golpe de calor) y no hay muchos lugares para resguardarse (solo algunos árboles en la parte inferior de la colina). Es un lugar relativamente pequeño (se puede recorrer más o menos en una hora y media) por lo que es ideal llegar a primera hora para evitar el calor del medio día.

La acrópolis desde Eleusinion

También aprovechamos para visitar Eleusinion (una pequeña colina a poca distancia de la Acrópolis desde donde se pueden tomar buenas fotos), el Ágora romana y la Biblioteca de Adriano. Estos dos últimos lugares no tienen demasiado atractivo a simple vista, hay algunos vestigios y se conservan debido al valor histórico del lugar, pero realmente no son imprescindibles en una visita a la ciudad.

Después de descansar un poco, al final del día visitamos la puerta de Adriano y el Olimpeion donde se encuentran algunas columnas que nos permiten darnos una idea de lo grande que era el lugar (estuve comparando mis fotos de 2012 con las actuales y lo único que veo diferente es que ahora hay andamios, a simple vista no se ve ningún avance en la reconstrucción).

Además de los miles de años que han pasado desde la construcción de algunos de estos monumentos y de todas las batallas que ha atravesado la ciudad, otro factor que ha contribuido a su destrucción es que en algunos momentos de la historia de la ciudad se utilizaron sus materiales (piedra y cal) como insumos para otras construcciones.

Día 2: Antigua Ágora y Museo Basil & Elise Goulandris

La antigua Ágora era la plaza alrededor de la cual giraba la vida en sociedad en Atenas, allí había espacio para el comercio, para la creación de conocimiento y el intercambio de ideas. En este lugar pudimos visitar el museo ubicado en la Estoa de Attalos en el que encontramos diferentes elementos arqueológicos del lugar, así como una exposición de las pinturas que hizo Edward Dodwell en el siglo XIX en el que quedaron retratados los diferentes lugares de interés de la ciudad en ese momento. Esto nos permitió conocer la historia de Thomas Bruce Elgin quien fue el embajador británico ante el imperio otomano y obtuvo un permiso para tomar todo lo que quisiera de Grecia. Él vio el valor que tenían las ruinas arqueológicas y sistemáticamente durante varios años desmanteló algunos de los elementos más importantes de la acrópolis y las envió hacia Inglaterra donde posteriormente las vendió al Museo Británico para recuperar parte del dinero que había invertido en este proceso de saqueo. Esta es la razón por la cual gran parte del tesoro histórico de Grecia se encuentra en Londres (como lo aprendimos con mayor detalle al visitar el Museo de la Acrópolis un par de días después).

En la antigua Ágora también encontramos el Hefestión, templo que estaba dedicado a Hefesto (dios de la metalurgia) y a Atenea Ergane, diosa de la cerámica y de la artesanía. Estos dioses eran importantes en el lugar, al ser esta la plaza pública donde también se encontraba el comercio.

En la tarde visitamos el museo Basil & Elise Goulandris, en el que pudimos ver obras de varios impresionistas (siempre buscamos la obra de Van Gogh a los países que visitamos). En este caso pudimos además conocer el trabajo de algunos artistas griegos, el que más nos gustó fue Michael Madenis. La visita incluye la audioguía gratis.

Cerca de este museo se encuentra el estadio Panathinaiko, construido en mármol y con una capacidad para cerca de 60 mil espectadores. En él se realizó la primera versión de los juegos olímpicos modernos en 1896, con lo cual es uno de los estadios más antiguos del mundo.

Estadio Panathinaiko

Día 3: Museo de la Acrópolis

Nuestro principal consejo si quieres visitar la Acrópolis es que primero vayas al museo (no como nosotros, que fuimos después). La entrada incluye la audioguía del lugar que es bastante completa, tanto que después de algunas horas empezamos a “saltarnos” explicaciones (aun así pasamos cerca de 6 horas en el museo). También es importante llegar temprano, ya que se llena muchísimo conforme van llegando los grupos de tours.

En los primeros pisos del museo podemos aprender sobre la Atenas antigua, y algo que nos llamó la atención fue la reconstrucción en color de cómo serían los monumentos, dado que hoy en día todos se ven blancos pero en realidad los investigadores han descubierto que tenían colores vibrantes. Allí encontramos información sobre las guerras contra los persas, el paso de los bárbaros y la apreciación de los romanos que sirvió para darle una nueva oportunidad a la cultura griega, la posterior destrucción en la Roma bizantina cuando se prohibió la adoración de dioses diferentes a Jesucristo, la transformación del Partenón en una mezquita por parte de los otomanos y el bombardeo por parte de los venecianos.

También es impresionante el último piso, donde se recreó el Partenón y se pueden observar cómo eran los frontones. Gran parte de estas estructuras han sido reconstruidas en yeso y se indica dónde se encuentran hoy en día las piezas originales en los museos de las grandes capitales de Europa, aunque la gran mayoría están en el Museo Británico. Allí encontramos las piezas arqueológicas que han sido retiradas y restauradas (al menos las que sobrevivieron al saqueo de Elgin y al paso de los años).

Después de la independencia de Grecia, se empezó el proceso de reconstrucción de los monumentos y el país viene solicitado a Inglaterra que les regrese sus reliquias, ante lo cual los británicos no han expresado ningún interés, algo que nos parece natural (aunque no es correcto) ya que si devuelven algo a Grecia tendrían que regresarle sus tesoros a prácticamente todos los países del mundo (incluyendo Colombia) y el Museo Británico se quedaría prácticamente vacío.

Debajo del museo se encuentran ruinas de la ciudad, que se pueden ver desde arriba (antes de entrar al museo) o ingresar con el mismo boleto. Lo más interesante de esta excavación es que fue cubierta por completo con tierra mientras construían el museo sobre ella, para protegerla.

La ciudad debajo del museo

Día 4: Colina de Filopapo

Después de nuestros primeros 3 días en Atenas, rentamos un auto para recorrer algunos lugares del Peloponeso, al regreso teníamos algunas horas disponibles antes de tomar un barco hacia Creta y aprovechamos para visitar la Colina de Filopapo, que nos había quedado pendiente en nuestro recorrido anterior.

También conocida como la colina de las musas, es un parque en una pequeña montaña desde el que se tiene una buena vista tanto de la acrópolis como de la ciudad en general. En la parte superior se encuentra el monumento a Filopapo (quien fue un cónsul romano del siglo I) y en la parte media se puede visitar un lugar conocido como la prisión de Sócrates. Según la mitología, en esta colina se libró la batalla de Teseo contra las amazonas.

Recomendaciones para visitar Atenas

  • La primera y más importante es planificar cuándo ir, realmente el verano en esta ciudad es intenso y de ser posible sería mejor visitarla durante la primavera o el otoño. Si la única opción es entre junio y agosto, prepararse con mucha agua, protector solar y gorra. Hay fuentes de agua potable en muchos lugares de la ciudad, así que no necesitas comprar botellas, simplemente rellena la tuya.
  • El ingreso al museo de la Acrópolis no está incluido en el Athens city pass, el cual recomendamos especialmente para visitar la Acrópolis y la antigua Ágora (los otros monumentos tienen pocas estructuras para ver, son principalmente espacios históricos).
  • Hay muchos sitios web en los que venden el Athens city pass, pero la página oficial es esta. Te darás cuenta por el precio (a junio de 2023, 20€ para la Acrópolis y 30€ para el conjunto de monumentos). Si vas a comprar el combo, aunque te pide una fecha y hora, realmente el paquete se activa cuando ingresas al primer lugar y tiene una vigencia de 5 días. Los tiquetes se pueden guardar en el celular y presentar en las taquillas, sin necesidad de imprimir.
  • Es muy fácil moverse en Atenas usando el transporte público. Nosotros compramos un boleto de 5 días por 8.2€ (cada uno) que nos permitía desplazamientos ilimitados por todo el sistema. La única excepción es el aeropuerto, que tiene un costo adicional de 5.5€. También es posible comprar un boleto tipo “turista” con una duración de 3 días que incluye el aeropuerto (ida y regreso) por 20€. El sistema de transporte está integrado con Google maps, por lo que es muy fácil poner la dirección a la que queremos ir y consultar las opciones para llegar hasta allí.
  • Nos alojamos en un estudio en el que teníamos una sala comedor, habitación, cocina, baño y acceso a una terraza compartida donde había lavandería. No estaba en el centro de la ciudad ya que el costo en esta zona es muy alto, pero era manejable utilizando el metro para llegar a todas las atracciones principales en más o menos media hora.
  • En Atenas nos costó encontrar la deliciosa comida que probamos en el resto de Grecia. Los restaurantes se han orientado demasiado hacia el público turista con precios más altos, porciones más pequeñas y menor calidad.

Déjanos un comentario