La Galapaguera de Cerro Colorado

San Cristóbal, un encuentro con animales centenarios

San Cristóbal, 2 de noviembre de 2014

Nuestro primer día en Galápagos estuvo lleno de lugares por descubrir. Desde el aeropuerto de San Cristóbal caminamos hasta el Hostal Casa De Laura (10 minutos), donde Laura misma nos recibió con gran amabilidad. La habitación era amplia e impecable, pero sin ningún lujo ni pretensión. Una cama doble, un catre, una nevera desconectada, un televisor minúsculo, un escritorio con su silla y un baño.

Gracias a la ayuda de Jennifer (hija de Laura) logramos organizar mejor las pocas horas que íbamos a pasar en la isla. Siguiendo su consejo contratamos un taxi que por US$50 nos llevaría a uno de los recorridos más populares: el Ceibo en El Progreso, la Laguna El Junco, la Galapaguera y la Playa Puerto Chino.

San Cristóbal sólo tiene una carretera en la parte sur de la isla que lleva a estos lugares desde el pueblo (llamado Puerto Baquerizo Moreno). El pueblo se extiende a lo largo del malecón y cuenta con algunas cuadras de profundidad. Las calles lucían desoladas a las 3 de la tarde, casi habitado sólo por los lobos marinos quienes a sus anchas toman el sol sobre las aceras, parques en incluso las sillas, mientras tanto, los pobladores se dirigían hacia el cementerio para celebrar el día de los difuntos. Nos llamó mucho la atención que en Ecuador se siga esta tradición mexicana, por supuesto con sus matices, aquí el pan de muerto es reemplazado por otro llamado guagua de pan que tiene forma de niño y detalles con azúcar de colores, sin embargo también se celebra la muerte y en el día de los difuntos se visitan las tumbas llevándole a los seres queridos las cosas que solían disfrutar en vida.

Carlos era el único taxista disponible. Luego de negociar la tarifa iniciamos el recorrido y la primera parada fue la Laguna El Junco, la cual se encuentra en el cráter de un volcán inactivo y es de agua dulce, el lugar representa un cambio total del ecosistema, tanto en cuanto a la temperatura (que baja drásticamente) como a la flora compuesta principalmente por una especie de helecho. Allí las Fragatas van a bañarse para quitarse la sal del plumaje, ya que con la evolución perdieron la capacidad de secretar el aceite que necesitaban para esto. Es posible dar la vuelta a la laguna o bajar hasta una plataforma. La mayor parte del tiempo hubo mucha neblina pero aún así disfrutamos la visita.

La siguiente parada fue La Galapaguera de Cerro Colorado. Este centro de investigación se encarga de ayudar en la conservación de las famosas tortugas Galápagos, estudiando su comportamiento, difundiendo información sobre la especie y ayudando a los huevos y a las pequeñas crías a incrementar sus probabilidades de supervivencia. Allí vimos, entre otras, a una tortuga que se estima tiene cerca de 90 años.

Siguiendo la misma carretera llegamos a Puerto Chino. Luego de unos 10 minutos de caminata desde el estacionamiento nos encontramos con una pequeña bahía de arena suave y clara con algunos lobos marinos (quienes ni quiera se inmutaban por nuestra presencia). Allí las familias disfrutaban del atardecer jugando a la pelota o bañándose en el mar. Por sugerencia de Carlos hicimos un camino al lado derecho de la playa que nos llevó hasta unas rocas donde se pueden ver los Piqueros de Patas Azules, después de las tortugas gigantes posiblemente sean los animales más conocidos de las islas. Lo que más me impresionó fue su tamaño, siempre en las fotos me parecían aves pequeñas pero en realidad (de pie) miden unos 40-50 cm. Evidentemente el color de sus patas es muy llamativo.

Finalmente, ya en el camino de regreso, paramos en El Progreso (antiguamente el primer trapiche de Ecuador) donde la gran atracción es una enorme Ceiba, localmente considerada la más vieja del mundo. El árbol es completamente impresionante y ha sido adaptado como vivienda. Se accede a la copa desde un puente colgante (o escalando por una de sus laderas) hasta una pequeña casa con dos pisos, balcón y un par de camas. Tiene además un tubo (como de bomberos) que sirve para bajar rápidamente. En su base hay una entrada al subsuelo donde está en baño y algunas mesas. Del recorrido que hicimos este fue el único por el que tuvimos que pagar ya que el árbol se encuentra en propiedad privada (US$1.5 c/u).

San Cristóbal es un buen lugar para iniciar el recorrido por Galápagos, es la quinta isla más grande del archipiélago y una de las más antiguas. Hay una gran cantidad de hoteles, restaurantes, bares y tiendas de todo tipo (aunque sin mucha variedad de productos). Las calles son impecables y tranquilas.

Datos útiles:

  • Pan fresco: Alsacio Northia e Isabela (subiendo las escaleras al extremo noreste del malecón y girando a la izquierda). Es el lugar para comprar por 1 dólar el sabor del paraíso.
  • Cena: Rosita (Ignacio Hernández y Teodoro Wolf, esquina). Platos del día por US$5 y a la carta (especialmente peces y mariscos) alrededor de US$15. Una cerveza “grande” es suficiente para dos.
  • El pueblo es pequeño y es posible ir caminando a todos lados, igualmente el aeropuerto es accesible caminando sí no hay mucho equipaje. Un taxi dentro del pueblo o al aeropuerto cobra aproximadamente US$1.
  • Otras actividades que se pueden hacer en San Cristóbal y que no pudimos incluir por falta de tiempo son:
    • Caminata por el Cerro Las Tijeretas: se inicia desde el extremo Norte de Puerto Baquerizo Moreno (mirando hacia el mar, es el extremo derecho de la bahía) se siguen inicialmente las señales hacia Playa Mann y luego hacia el Centro de Interpretación.  Es posible acceder a la playa Las Tijeretas (snorkeling) y la Playa Punta Carola (surf).
    • La Lobería: un lugar ideal para ver los lobos marinos (aunque en la bahía se ven en todas partes), también hay una comunidad de iguanas.

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