Kuala Lumpur ¡diversa!

Kuala Lumpur, 30 de abril al 3 de mayo de 2017

Nuestra llegada a Malasia fue un poco agridulce. Si bien estábamos felices de iniciar una nueva aventura, al pasar por migración nuestra ilusión de dedicarle todo el mes a este país se fue al piso cuando solo nos dieron permiso para quedarnos por 14 días en él. Estábamos tranquilos con nuestra visa múltiple por 3 meses y “pasamos por alto” que a los colombianos solo nos dan por por entrada máximo 2 semanas.

Con este triste comienzo solo nos quedaba un camino, volver a planear todo, así es que pasamos un día entero reconstruyendo nuestro itinerario de la forma más extraña: 4 días en Kuala Lumpur (conocido como KL) que eran los días que ya teníamos reservados, y 10 días en la isla de Borneo para salir hacia Filipinas (donde afortunadamente no necesitamos visa) y regresar más adelante a explorar la parte peninsular de Malasia. Sin ser el itinerario ideal, era el más viable dada nuestra condición de colombianos. Otro punto importante a considerar es que solo se nos permite el ingreso por el aeropuerto de Kuala Lumpur.

KL es una metrópoli de más de 7 millones de habitantes (tomando en cuenta su área metropolitana). En medio de una zona tropical, sus enormes rascacielos se erigen de manera imponente. Grandes avenidas, almacenes de lujo, un sistema de transporte tan completo que resulta complejo y la mezcla de descendientes malayos, chinos e indios completan la ecuación.

Los principales atractivos de la ciudad se encuentran en una zona relativamente pequeña que se puede recorrer caminando (si podemos resistir el calor) o en los buses gratuitos del sistema GOKL. Estos buses tienen como objetivo disminuir el tráfico en la zona más densa de la ciudad y ofrecen un servicio conveniente para los turistas. En dos días visitamos sus lugares más representativos:

Chinatown

Elegimos un alojamiento en esta zona por ser central y ofrecer buenos precios, sin embargo la experiencia de la ciudad es muy diferente a lo que se encuentra en sus calles sucias y siempre llenas de ruido y comercio. En el barrio Chino es posible visitar algunos templos budistas, un templo hindú, el Mercado Central y un par de calles peatonales de baratijas e imitaciones.

Merdeka

Sólo hace falta cruzar el Río Klang desde el barrio Chino para llegar a esta zona en la que la Plaza Merdeka es protagonista. Esta plaza conmemora la independencia y a su alrededor se puede observar una gran variedad de edificios antiguos con influencia árabe, algunos de los cuales son usados como sedes de gobierno.

Times Square y Bukit Bintang

Esta zona de negocios y comercial es sede también de varios centros comerciales, restaurantes y bares. Al ser un país principalmente musulmán, las bebidas alcohólicas suelen ser costosas ya que todas son prácticamente importadas.

Torres Petronas

El símbolo de la ciudad puede verse desde diferentes puntos, sin embargo nada se compara a admirarlas desde el parque KLCC, tanto de día como de noche. Su altura es de 453m y entre 1998 y 2003 fueron el edificio más alto del mundo (hoy ocupan la posición 11).

KL Tower

Esta torre de telecomunciaciones cuenta con 421m hasta la antena, es otro ícono importante de la ciudad. Está en una pequeña colina a la que se puede acceder desde la base con un servicio de shuttle gratuito. En la base de la torre hay diferentes atracciones familiares como una “casa al revés” y lugares para tomarse fotografías.

Jardines Botánicos

Este enorme parque fue el principal destino de David para correr todos los días, sin embargo es agradable recorrer sus senderos y visitar algunos otros lugares que están en sus inmediaciones como el Planetario y la Mesquita Nacional.

Otro de los días lo dedicamos a visitar las Cuevas Batu. Estas cuevas que se encuentran a 13 km de la ciudad son un lugar de peregrinaje para los hindúes ya que allí se encuentra el templo dedicado a Murugan. La cueva principal, ofrece un espectáculo natural impactante con sus dos bóvedas a las que se accede gracias a 272 escalones. El lugar además es residencia de los macacos (monos de cola amarilla que son muy comunes en el país) los cuales están siempre dispuestos a robar la comida de los turistas.

Sin embargo lo que más nos gustó fue visitar la “cueva oscura” (Dark Cave). Esta experiencia, menos religiosa y más científica, nos permitió en una visita guiada con una naturalista, conocer más sobre el ecosistema de las cuevas y las especies que han evolucionado ante un ambiente tan adverso, una experiencia completamente recomendable para quienes visiten el lugar.

Kuala Lumpur está llena de diversidad como pudimos verlo cada día. La influencia de tantas culturas la ha hecho además una ciudad en la que se encuentra de todo ¡hasta arepas venezolanas comimos! El calor y la humedad a veces son asfixiantes, la exuberancia de sus centros comerciales, algunos de más de 10 pisos, es abrumadora, sin embargo la ciudad como un todo funciona, con los Chinos hablando a todo pulmón, los malayos con sus formas discretas, los indios con sus miradas profundas. Somos poco amantes de las ciudades, sin embargo Kuala Lumpur bien merece la pena una visita.

Algunos puntos prácticos:

  • El aeropuerto tiene dos terminales, KLIA y KLIA2, esta última es la sede de las aerolíneas de bajo costo como AirAsia (aplica tanto para destinos nacionales como internacionales).
  • Desde el aeropuerto, que está a 56 km a la ciudad es posible desplazarse en el metro, sin embargo la tarifa hasta la estación central es alta: 55 Ringits por persona (aproximadamente US$13). La alternativa más económica puede ser usar Grab o Uber, ambas aplicaciones funcionan muy bien aunque es importante tener activo el celular con una SIM local para poder comunicarse con el conductor. La SIM se puede adquirir fácilmente en el aeropuerto.
  • Al momento de cambiar dólares, las casas de cambio solo aceptan los billetes con el diseño más nuevo.
  • Es posible subir a las Torres Petronas (piso 41) y a KL Tower, los ingresos se pueden comprar por internet, no lo hicimos, nos pareció un precio elevado.
  • La forma de comer más económica en la cuidad es ir a las plazas de comida, bien sea en los barrios o en los centros comerciales, allí encontraremos restaurantes principalmente de comida china a precios favorables. No nos atrevimos con la comida callejera (especialmente en Chinatown que es donde nos hospedamos), nos pareció que el estándar de limpieza no era el mejor.

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