Hong Kong: Asia’s world city

[Hong Kong, 29 y 30 de octubre]

Para salir de Nepal encontramos conveniente tomar un vuelo de Nepal Airlines hasta Hong Kong y desde allí otro de Jet Star hacia Auckland (Nueva Zelandia). El aeropuerto de Katmandú queda dentro de la ciudad, un taxi vale más o menos 7 dólares y fácilmente es el aeropuerto más triste que hemos conocido, parece más bien una estación de buses.

Los primeros minutos del vuelo fueron impresionantes. Estábamos sentados al lado izquierdo del avión y pudimos ver los Himalayas una vez más, incluyendo el imponente Monte Everest! Fue una maravilla verlo desde otra perspectiva. Por un momento pensamos que el avión se iba a caer: todos los chinos se volcaron como locos a tomar fotos a nuestro lado de la aeronave jaja.

Everest desde el avion
Everest desde el avion

El resto del vuelo fue más bien aburridor y casi 5 horas después llegamos a Hong Kong. El aeropuerto, en contraste con el anterior, era grande y moderno, una muestra de lo que vendría después. Por primera vez en los 5 meses que llevamos de viaje tuvimos problemas en inmigración, a mí (Alex) me llevaron a un lugar aparte para interrogarme,

fue algo sencillo pero no deja de ser incómodo, lo mejor fue la cara de la funcionaria cuando le dije que estábamos viajando por 7 meses, casi se desmaya (supongo que de la envidia).

En Hong Kong el valor de la propiedad raíz es altísimo por esta razón los espacios son muy pequeños y el costo del alojamiento es bastante alto. Ya nos habíamos dado cuenta de que una habitación “muy barata” costaba alrededor de 85 dólares la noche e inclusive los buenos hostales pueden valer 50 dólares por cama en habitación compartida. Por este motivo decidimos buscar una habitación en airbnb y encontramos un muy pequeño cuarto en el sector Kowloon que salía bien recomendado y estaba bien ubicado por 80 dólares (incluyendo la comisión). La habitación resultó impecablemente limpia y agradable, aunque en realidad era muy pequeña, con nuestros morrales se dificultaba la más mínima actividad [haciendo clic en este enlace puedes obtener $20 de crédito en airbnb].

Con todo el rollo de la inmigración más el transporte a la ciudad ya eran cerca de las 7 pm cuando nos logramos desocupar. Cominos algo rápido y salimos volando al sector llamado la “Avenida de las Estrellas” para ver el espectáculo de luces en el muelle Victoria (en la isla de enfrente, la cual es propiamente la Isla de Hong Kong). Desde allí se ven cientos de edificios iluminados, algunos de los cuales tienen en la parte más alta unas luces que se mueven sincronizadamente con la música, es un espectáculo diario a las 8 pm.

Show de luces
Show de luces

El siguiente día visitamos un santuario para aves en medio de la ciudad. Es una construcción hermosa y amplia en la que tienen albergue los pájaros que son rescatados por tenencia ilegal o que encuentran heridos o enfermos. Allí, aunque no gozan de la libertad de su hábitat, tienen un espacio para vivir tranquilamente y a sus anchas.

Luego subimos en tranvía (tram) al monte Victoria. Desde allí se puede ver la gran ciudad con sus imponentes rascacielos, en la cima de la montaña sólo hay centros comerciales, pero en general el paseo nos pareció agradable incluyendo la bajada caminando entre bosques y las casas de este exclusivo sector de la ciudad.

En la tarde visitamos la zona comercial de electrónica, algo como un Unilago más grande, realmente no encontramos nada especial. Para finalizar nuestra corta visita a la ciudad, nos fuimos para Disneyland! Como si no hubiéramos tenido “de todo un poco” en este viaje, nos pareció perfecto tomar el pase nocturno del parque y visitarlo en la temporada de Halloween.  Allí nos divertimos mucho, aunque es un parque pequeño en comparación con el de Orlando (el único que conocíamos), tiene algunas atracciones que valen la pena y el desfile de Halloween estuvo muy bien, también tenían un par de atracciones estilo “casa embrujada” con lo que estuvimos entretenidos desde las 6 hasta las 11 pm.

 

 

En conclusión Hong Kong es una gran metrópoli, a pesar de los ojos rasgados de sus habitantes sigue teniendo mayor influencia británica que China, lo cual no es gratuito: Inglaterra tomó posesión de la isla en 1841 (como un trofeo de la primera guerra del opio) y mantuvo el control durante más de 150 años. Las costumbres locales están lejos de los escupitajos y todo está perfectamente organizado y limpio. Es impresionante cómo las “restricciones” moldean la cultura ciudadana. En esta ciudad nos encontramos miles de letreros sobre todo lo que está prohibido (y su respectiva multa): arrojar basura, alimentar a los pájaros, escupir (benditos sean!), mendigar y en algunos lugares hasta correr, entre muchas otras cosas. Sólo hay que recordar cuando en Colombia iniciaron la exigencia de los cinturones de seguridad en los carros, creo que con un mes de tener a los policías poniendo multas fue suficiente para que desde entonces sea lo primero que hagamos al subir a un vehículo. Tal vez lo que necesitamos son oleadas de campañas que nos recuerden esas leyes que nadie cumple y por favor que la primera sea que en Bogotá la gente no se pase el semáforo en rojo.

Bueno, volviendo a Hong Kong, dista tanto de China que su lenguaje y moneda son diferentes, tienen libertad de conexión a internet y es considerado el “país” donde es más fácil iniciar una empresa (siendo China uno de los más difíciles). Qué diferente el estatus que le da China a esta región autónoma en comparación con el que le da a Tíbet! Precisamente esta libertad fue exigida por el Reino Unido en 1997 cuando “devolvió” Hong Kong a China, país que se comprometió a respetar el estatus durante 50 años, sí que será bueno ver qué pasará cuando se llegue el momento en el que se acabe este período de gracia.

Terminamos nuestra pequeña maratón en Hong Kong, una ciudad que recomiendo visitar de paso y no como un destino principal ya que aunque hay muchas cosas para hacer, no son muy diferentes a las atracciones que brindan las otras grandes capitales del mundo: centros comerciales, restaurantes y en general las mismas marcas globales que encontramos a la vuelta de la esquina.

 

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  1. Responder

    Alexandra castrillon

    David, que gran experiencia te ha dejado este viaje, creo que aprendiste muchisimas cosas,buenas, malas excelentes, hermosisimas esas fotos,y paisajes,de verdad que es algo envidiable abrazos.

    1. Responder

      malaquita

      Mamá qué bueno que le tengas tanto aprecio a David pero este post lo escribió tu hija 😀

  2. Responder

    Mónica

    Amigos! Completamente sintonizada con esta crónica de HK! A mí también me pusieron problema en inmigración, me separaron de JP y me hicieron preguntas… también creo que les parece raro que dos colombianos estuvieran viajando por varios meses… Ale, además nos interrogaron porque somos lindas jajajaja!!!! Quedé con la misma percepción de HK, vale la pena conocerlo pero pocos días; sí me pareció que es una ciudad “superior” desde varios puntos de vista a muchas otras que conocimos, es impresionante el modernismo, la cultura ciudadana, y el costo de todo jejeje. Buena crónica, la disfruté mucho!

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