Los Guerreros de Terracota, un lapso del pasado en el presente

[Xi’An, 25 al 29 de septiembre de 2011]

Pues bien. Parece ser que si vienes a China, visitar los famosos guerreros de terracota es una obligación. Dentro del ego Chino, este es el hallazgo arqueológico más importante del mundo. Es muy curioso ver que acá en este país se autoproclaman, sin mirar un poco afuera, los más grandes o mejores del mundo en absolutamente todo. Así, acá en la China se pueden ver los mejores templo del mundo, el más alto, el mejor tren, la mayor carretera, el mejor aeropuerto. Yo simplemente sonrío e incrédulo ante cualquier proclamación china, repito incansablemente: “estos Chinos están majaretas”.

Llegamos a la ciudad de Xian en un tren de alta velocidad o como lo llamaron los japoneses, un tren bala. En este caso, no era es más rápido del mundo, pero si que era veloz, pues a una velocidad de 200 km por hora llegamos desde Luoyang a Xian en tan sólo dos horas. Xian es una ciudad bastante grande, con una población de 4.3 millones de personas y muchas atracciones turísticas, incluyendo los famosos guerreros, así que tras haber pasado los últimos ocho días viajando bastante, nos pareció ideal quedarnos en este lugar por unos cinco días.

Tren de Xining a Xian
Tren de Xining a Xian

Las dos primeras noches nos hospedanos en el hostal Han Tan Inn, el cual a pesar de estar en medio de una calle maloliente, oscura y fea, encontramos conveniente por la valiosa información turística y el buen ambiente. Por falta de disponibilidad, las dos suguientes noches las pasamos en el hotel Ibis que, a pesar de estar un poco más alejado del centro, ofrecía una habitación bastante confortable y un desayuno al estilo chino con huevos duros, lechuga, tomate, pepino, salchicha, sopa de arroz, pan y café.

Los dos primeros días los dedicamos a recorrer un poco la ciudad, la cual sin gran encanto y como muchas de la ciudades chinas que hemos conocido, se encuentra rodeada de una gran muralla. Gracias a las habilidades de Alex, pudimos transportarnos en bus de un lugar a otro observando el gran comercio de la ciudad y la grandes hordas de gente apeñuscándose en la calles y ocupando gigantescos centros comerciales. Nada especial y además un poco más sucio que de costumbre. Sin embargo y como si fuera poco común en nosotros, encontramos un gran parque que nos pareció hermoso, situado justo atrás de un uno de los símbolos de la ciudad, la Big Goose Pagoda.

Big Goose Pagoda
Big Goose Pagoda

Al día siguiente fuimos a conocer los famosos Guerreros de Terracota a los cuales se puede llegar fácilmente cogiendo un bus desde la estación en un trayecto de hora y media. Según los chinos, este es el único lugar del mundo en el que se puede observar un tesoro arqueológico en el mismo punto de su lugar de escavación. Jajaja tal vez los chinos no conocen a Egipto. Pues bien, es cierto que la exposición se hace en el mismo lugar en el que se hizo el hallazgo y además se puede ver que el trabajo continúa ya que la magnitud de las diferentes tumbas es tal que no le han bastado a China 30 años para terminar de escavarla y restaurarla. Al estilo chino, se podría decir que es la escavación más lenta del mundo. Jeje. Alrededor de las tumbas, hay un gran museo que cuenta la historia de éstas figuras y una calle comercial agradable en el que se pueden adquirir cualquier tipo de souvenires y hasta disfrutar de un de un delicioso sandwich de Subway, nuestros preferidos.

Los Guerreros de Terracota fue el nombre que le dieron los chinos a una gran colección de figuras de barro cocido elaboradas para acompañar al emperador Qin Shi Huang en su camino al más allá. Las estatuillas representan de una forma detallada un gran ejército compuesto por caballería, arqueros y soldados de diferentes rangos, lo cual le ha permitido a los historiadores comprender muchas cosas acerca de las técnicas de guerra de la época. Este emperador fue un personaje batante impactante para la historia de China. Fue el que dió comienzo a las dinastías chinas, proclamándose como primer emperador de la primera dinastía Qin en el año 212 antes de Cristo. La historia de esta nación ha sido escrita desde esa época por 5 grandes dinastías, Qin, Tan, Hang, Qing y Ming y por 14 emperadores que juntos se encargaron de darle forma a una cultura milenaria y a una unidad territorial que se conserva en la actualidad a pesar de que la última dinastía finalizó en 1.912. A pesar de que Qin Shi Huang ha sido criticado por su tiranía y la crueldad de sus métodos, a su reinado se le atribuyen grandes invenciones y procesos que perduran hasta hoy como lo son la imprenta, la brújula, la estandarización de unidades de medida en todo el territorio, la apertura de la famosa ruta de seda y como si fuera poco, la implementación de un sistema unificado de escritura que sigue en uso en la actualidad. Como sello de su magnificencia, le dejó a la humanidad más de 15.000 estatuillas y una gran tumba en la que trabajaron 700.000 hombres durante 30 años y en la que se dice se enterraron vivos a sus creadores para que no revelaran las trampas secretas construidas que, al mejor estilo Indiana Jones, eliminarían a quienes quisieran penetrarla.

Una vez en el lugar, se tiene la posibilidad de observar las tres escavaciones en proceso que contienen los guerreros. Se dice que aún hay más tumbas y que no se ha escavado ni siquera el 30% del total. Las estatuas son imponentes y además únicas si se considera el hecho de que cada una de ellas posee rasgos faciales diferentes. También se puede acceder a la tumba del propio emperador, la cual por seguridad, aún se encuentra en un estado de restauración bastante primario. Es importante aclarar que el proceso de restauración es bien complicado debido a que el lugar fue saqueado, destruido e incendiado por el primer emperador de la siguiente dinastía, la Han.

Pensar en el emperador y su ejército destruyendo semejante obra monumental da un poco de tristeza y hace tildar a esos personajes de bárbaros. Sin embargo, la destrucción de patrimonios arqueológicos es algo que el ser humano ha sabido hacer desde siempre y que aún en nuestros tiempos se practica. Para citar un ejemplo, hace no mucho, el 19 de mayo de 2003, los chicos buenos del mundo, aquelllos que nos dicen que está bien y que está mal, los que dictan las leyes de la moral y ética, desembarcaron 148.000 hombres en Iraq y arrasaron con una país en busca de pruebas de armas de destrucción masiva que nunca existieron. Como consecuencia, no sólo murieron 7.299 civiles sino que se perdieron 600.000 piezas del museo de Baghdad, el cual contenía grandes tesoros de la historia de nuestra civilización, pues Bagdhdad fue alguna vez la gran Babilonia y sobre Iraq, se asentaron las primeras civilizaviones humanas como la ciudad de Ur, comúnmente identificada con el Edén de la religión cristiana, la Asiria, Mesopotamia y todos los asentamientos de la llamada la Media Luna Fértil. Luego de la invasión de los norteamericanos, se pudieron identificar las pérdidas del museo de Baghdad. Sin embargo, las pérdidas de cientos de lugares arqueológicos, muchos de ellos escavados en los años 70 bajo el mandato de Sadam Husein aún están por cuantificarse. Algo similar le sucedió a la misma China en los años 60 cuando bajo el mandato de Mao Zedong con un programa político denominado La Revolución Cultural se destruyeron unos 6.000 templos tibetanos. Un tesoro perdido que el resto de la humanidad no pudo apreciar. Es contradictorio comprobar que nuestro mundo actual se comporta tal cual como lo hicieron los llamados pueblos Parias o Bárbaros hace varios cientos de años.

Ese mismo día en la noche asistimos a un espectáculo de música y danza típicos de la dinastía Qin, usado para presentarse en la corte con la presencia del emperador. Se trataba de varios actos en el que diferentes artistas entre cantantes, músicos y bailarines representaban historias de la antigua China. Un espectáculo que definitivamente valió la pena.

Dejamos Xian un 29 de septiembre contentos por haber finalizado una etapa más de este viaje y ansiosos por el trayecto que seguiríamos los siguientes días a través de altas y frías tierras de la planicie tibetana.

Expo de Horticultura en XiAn
Expo de Horticultura en XiAn

Saludos,

David P

 

 

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  1. Responder

    Fernando Fetecua

    Le cuento que me estoy siguiendo cada uno los reportajes que están haciendo, hoy ya leí el del Tíbet y este.. Pero voy a leerlos en orden para no perderme mucho.. Créame que he aprendido con esto.!!

    Éxitos.!!

  2. Responder

    Fernando Fetecua

    David pero cuál es el orden, qué lugar fue primero, los de enero 2011?

    1. Responder

      David P.

      Hey Fer. Que chevere que estás leyendo las historias. Lo primero es lo de enero que fue la fase de plannación. El viaje comenzó desde Mayo 29 en la ciudad de Cape Town de Sudáfrica.

      A vos que te gusta la naturaleza, leete el del ascenso al Kilimanjaro. Te puede gustar.

      Un abrazo desde Hong Kong.

      David P

  3. Responder

    Mónica

    Descrubrieron muchos rincones de Xi’An. Nosotros no lo hicimos, no sé si fue por el astío y cansancio que me produjo el viaje en tren desde Beijing a Xi’An (el que me sacó de mis cabales jejeje), que la verdad, solo fuimos a conocer los guerreros y a descansar un poco. Sí David, el poder de destrucción y de inconciencia de la humanidad (lo digo con esperanza en la gente buena) es increíble. Valió la pena conocer los guerreros, y es cierto que todo se “maximiza” en China. Por eso, yo maximicé mi desagrado con los escupitajos jajajaja (Los más cochinos jajaja). Insisto, nos invaden!!! jajajaja

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